Mirate ahora. Ya. Parate, acercate al espejo más cercano que tengas y mirate a los ojos. A vos mismo... A esa persona a la que no le podés mentir ni de la cual podés esconderte. ¿Estás conforme con lo ves? ¿Te ves como un proyecto a vos mismo o como un rejunte de muchas cosas que a veces tienen que ver y a veces no?
Porque la conclusión de mi día es esa: crecer es verte como un proyecto. Es querer estar en un lugar y mover hasta la última mitocondria para conseguirlo. Nadie dice que sea hoy o mañana. pero tener un norte (que bien puede ser el sur). La barba o las tetas vienen solas, pero... ¿Estás tomando tus propias decisiones?
Cada minuto es hermoso y necesario. Si te encerrás y ni siquiera te asomás a la ventana a ver qué hay afuera, se te escapan esos segundos que podrían cambiarte la vida.
Crecer es tomar conciencia de que tu vida es tuya, de que tenés la obligación y el derecho de disfrutarla, de compartirla, de llenarla de colores, música, sabores, textos, imágenes, texturas...
Tu vida es ahora y nunca más.
Crecé, para poder vivirla.