miércoles, 23 de marzo de 2011

Capítulo 4: Cuco!

Unos paisanos de estos pagos han dicho por los medios "ya lo sabemos, todos tenemos algo de miedo", así que en esta nueva entrega del relato de mi vida pasaré a exponer aquellas cosas que creo que me generan terror. Así lo de la autobiografía no es sólo una recopilación de las cosas bonitas que me rodean y componen sino que vamos mostrando un lado más vulnerable, como para mantener el interés del público, vio?
Lo lógico aquí sería que me explayara sobre una definición del término miedo, pero por algún motivo me resulta sumamente difícil explicar esa emoción. Debe ser porque me da miedo de por sí, o simplemente porque ha de ser ese momento del día en el cual la parte funcional de mi cerebro es considerablemente reducida. Pero es una de dos.
A quedarme sola en la vida, a eso tengo miedo, porque si usted creía que yo era un ser insoportable, imagínese convivir con ese ser durante las 24 horas del día, los 365 días del año durante los casi 21 años que me componenen. Un suplicio. Ha sucedido, y no dudo que vuelva a suceder, que no me tolero a mí misma. Por lo que la compañía humana y dejarle a otra persona la tarea de lidiar con ese embrollo que ha de ser mi psiquis, es algo más que necesario para mi supervivencia física y mental.
Será una boludez, pero imaginarme a los 50 años, llevando una vida de soledad (no necesariamente real, pero sí mental) es algo que me genera muchísimo, muchísimo miedo, más que ninguna otra cosa en la vida.
Así que estimado lector, ya está alertado. No me abandone a mi suerte dentro de unos o años porque a partir de este momento usted sabe que puede ser fatal.